Ahora no...

Ahora no me mires,
solo cierra los ojos,
deja que me acerque
para besarte, abrazarte.
Que mis labios sean los tuyos
y los dedos, tu piel.
Los besos sean brazos
que ciñan tu alma,
penetren en ella
y naden en tu calma.
El sudor, nuestra sábana,
con la que envolvernos
mientras nos amamos.
Mi respirar, una pluma,
que te recorra el cuello
 esperando el siguiente beso.
Que los versos del amor,
sean nuestro único vocabulario,
solo ampliado por sollozos
y los cuerpos estremecidos.
Después, enciende tus pupilas,
recuestate en mi pecho,
compartamos el recuerdo,
brindemos con vino,
volvamos a besarnos.