Pequeñas señales difíciles de ver

aparecen de repente en la senda,

sin avisar, sin recibo.

Se hacen perceptibles de repente

bajo faros que no conocíamos,

obligando a detener los pasos

durante un momento de duda, de miedo.

Pero recordando las heridas del pasado

emprendes de nuevo la carrera.

Recordando que nada nos ha parado

emprendes un nuevo rumbo.

Recordando que siempre hay piedras

cambias el calzado, y sigues andando.

Alzando la mirada y por nuestro orgullo

no nos callamos, mas al contrario.

Alzando el vuelo de nuevo

trazaremos un nuevo futuro.