Amarillo y blanco entrelazados a tu espalda
reflejos de luz que dibujan tu silueta,
merodean por mi temprana mañana
y te imagino junto a mi envuelta en seda.
Caliente brisa mediterránea entre telas
pegando a ti tu otra piel de colores,
blusa azul,
radiante y larga falda.
Molde perfecto que camina hacia mi.
Temblorosas pupilas al observarte
acompañan el calor mis manos escondidas,
temeroso de ver mis piernas doblarse
y el balbuceante verbo sin poder hablarte.
El primaveral balcón tras de ti,
tu magia encendida acercándose,
mi nerviosismo infantil rebosante,
y aun así, impagable instante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario