lunes, 20 de julio de 2015

cincelando



Cincelando el amor
encontré el olvido,
ahí, entre una lágrima
que esperaba a un beso.
También una espina
hecha de mentiras,
una cena fría
y una noche helada.
Pequeños reproches
jamás reprochados.
Una abeja sin aguijón
con alas abandonadas.
Flores marchitas,
Flores, jamás dadas.
Solo pude parar
tirando lejos el cincel,
para olvidar que el amor
no se debe dibujar,
no se debe modelar.
Solo cabe vivirlo
solo cabe sentirlo.
Solo, cabías tú.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Popular Posts

Advertisement

Blogger news

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *