El agua barre las aceras,
límpia el lejano muelle,
purifica las dalias del jardín.
El agua nos cae sobre la frente,
moja nuestras manos entrelazadas,
y aquí, en mi corazón encendido,
llueve, llueve amor suavemente.
El agua resbala por los cristales,
crea música al llegar al suelo,
regala charcos a los niños.
El agua empapa nuestra ropa,
obliga a refugiarnos en los portales,
y aquí, bajo el resguardo de las farolas,
se humedecen y encuentran nuestros labios.
El agua acelera a la gente,
ilumina piedras y veloces coches,
agita las desprevenidas terrazas.
El agua corre por tus mejillas
mientras mis dedos te acarician,
y aquí, en mi alma herida,
te hundes, cada vez que te miro.
Con el agua llega la noche
y el silencio a las calles.
Bajo el agua te regalo besos
mientras llegamos a tu zaguan.
Con la lluvia me invitas a quedarme
y a mi corazón, tatuarte.
límpia el lejano muelle,
purifica las dalias del jardín.
El agua nos cae sobre la frente,
moja nuestras manos entrelazadas,
y aquí, en mi corazón encendido,
llueve, llueve amor suavemente.
El agua resbala por los cristales,
crea música al llegar al suelo,
regala charcos a los niños.
El agua empapa nuestra ropa,
obliga a refugiarnos en los portales,
y aquí, bajo el resguardo de las farolas,
se humedecen y encuentran nuestros labios.
El agua acelera a la gente,
ilumina piedras y veloces coches,
agita las desprevenidas terrazas.
El agua corre por tus mejillas
mientras mis dedos te acarician,
y aquí, en mi alma herida,
te hundes, cada vez que te miro.
Con el agua llega la noche
y el silencio a las calles.
Bajo el agua te regalo besos
mientras llegamos a tu zaguan.
Con la lluvia me invitas a quedarme
y a mi corazón, tatuarte.
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