En este lugar, hermoso y cálido,
cual particular circo romano...
donde las gradas, son sábanas arrugadas,
el público, miles de versos entregados,
los gladiadores, nuestros cuerpos,
sus armas, las manos y los besos,
los dioses, el deseo,
la sangre, ríos de sudor.
Aquí sobre esta cama
cual arena del circo,
se han dado mil batallas
entre jadeos, abrazos y anhelos.
En ellas, gana siempre el mismo,
el brusco y tosco espasmo
que recorre las espaldas,
atropella a las palabras
y enmudece las piernas.
En este lugar, amado y nuestro,
entre paredes que nos guardan,
se han llorado las penas,
se han perdido escarceos,
soñado y reído,
olvidado y odiado,
esculpido tu figura
o derribado murallas.
Aquí, sobre este circo,
nos encontramos cada noche.
cual particular circo romano...
donde las gradas, son sábanas arrugadas,
el público, miles de versos entregados,
los gladiadores, nuestros cuerpos,
sus armas, las manos y los besos,
los dioses, el deseo,
la sangre, ríos de sudor.
Aquí sobre esta cama
cual arena del circo,
se han dado mil batallas
entre jadeos, abrazos y anhelos.
En ellas, gana siempre el mismo,
el brusco y tosco espasmo
que recorre las espaldas,
atropella a las palabras
y enmudece las piernas.
En este lugar, amado y nuestro,
entre paredes que nos guardan,
se han llorado las penas,
se han perdido escarceos,
soñado y reído,
olvidado y odiado,
esculpido tu figura
o derribado murallas.
Aquí, sobre este circo,
nos encontramos cada noche.
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