Dulce delfín
disfrazado de flor
que vives tan
lejos de esta playa,
y tan cerca
de esta azul tinta
que te
escribe con ansia cada mañana.
Sabes como
reflejarme las luces
que
gracilmente tu cintura inventa,
mientras
paseas en la distancia
y mis torpes
pupilas te imaginan.
Sigue durante
largo tiempo aquí
dando color a
la pluma de mis dedos,
fantaseando
con un beso en tu ombligo
y regalándome
tu callada compañía.
No se si
serán siete vidas
o quizás
siete poemas de esperanza,
solo
reconozco esta mi insegura voz
que reza para
darte alegría y calor.
Como
dominadora del arte del mar
y mezclándote
entre brumas de pétalos,
consigues que
diga esas prohibidas palabras
que hace
tiempo enterré en el olvido.
Déjame remar
hacia ti
y enganchar
mis riendas a tu vida,
para cruzar
el océano juntos
aprendiéndonos
y conociendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario