Como la espuma,
frágil y efímera,
que dura un segundo
pero llena un mundo.
En ocasiones creces
como olas de invierno,
En otras, eres tormenta
o grácil brisa.
Preciso y deseado
cuando se ama,
deseado y soñado, cuando se olvida.
Siempre cálido, siempre rojo.
Dulce por fuera,
húmedo por dentro,
tierno en la mejilla,
encendido en los labios.
Solo mejorado por el próximo,
recordado como el primero...
Uno tuyo, para mi, eterno.
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