Quiero
amarte lejanamente
para
que no me duela tu adios.
Tenerte
en mis sueños
pero
no en mi mente.
Quiero
que otra mañana
seas
un bello recuerdo,
siga
recordando tus besos
y tus
manos en mi cuerpo.
No
quiero flores ni vino
que
se estropeen en la mesa,
solo
el momento vivido
y la
ventana abierta.
Subir
grandes montañas
y
descender por los rios,
sin
más carga que la mia
y tu
fugaz momento.
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