Se
lamentan los jazmines
por
no poder tocarte,
parecerse
un instante a ti
y
saber que es la belleza.
Lloran
los rios a escondidas
por
no poder ser tus lágrimas,
pudiendo
de esa forma
brotar
del fondo de tu alma.
Se
arrepiente la calma
por
no soplar más viento,
rozando
así tu piel canela
y
erizarte el vello.
Quiere
ser dia la luna
para
poder dorarte,
teniendo
envidia del sol
que
ve tu sonrisa.
Desea
ser noche el sol
para
poder mirarte,
cuando
entre mis brazos reposas
siendo
la estrella màs hermosa.
Tu
eres mi jazmín
y yo
tus lágrimas.
Tu me
rozas un instante
y mi
vida se eriza.
Tus
besos son mi luna
y mi
calor tu sol.
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