Rojas flores que se abren ante mi
oropéndulos anidando en el jardín.
Caldos Malbec recorren mi boca
dejando arándanos sabor a ti.
Mediterráneas puestas de sol
perpetuadas tras los dos.
Tulipanes naranjas regando nuestro lecho…
de pasión, calor y amor.
Grandes versos de Neruda
pintados en azul moran el corredor.
Pequeños deseos recogidos,
guardados en el comedor.
Cosas así vivo todos los hoy,
engendradas cuando te conocí,
repartidas gota a gota en mi,
infinitas mientras estés aquí.
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