silencio

No dijimos palabras,
asentiste con la mirada.
Así, que la tosca mano
a tu piel desnuda, acerqué.
Habló, la desnudez
con su suave tacto.
Habló, el alma
sin decir nada.
Habló, el tiempo
detuviendose un instante.
Los pechos, los labios, los poros...
golpeando al deseo, en silencio.
Los dedos, fueron pluma
buscando la tinta, de tus lunares.
Los poros, jardines,
repletos de vello erizado.
Tu respirar, música,
vibrante sinfonía del tierno momento.
La mudez, se convirtió en verso,
y del verso, nació la humedad,
y de la humedad, el beso.
Beso suave, beso breve,
beso, en silencio.
No dijimos palabras,
asentimos con la sonrisa.
Así, que estos brazos
a tu cuerpo desnudo, abrazaron.
Hablaron los suspiros,
en cada susurro.
Hablaron los miedos,
marchándose lejos.
Hablaron los sueños,
mediante hechos.
Las uñas, el perfume, el reposo...
mostrandonos al deseo, en silencio,
mostrandonos las carnes, desgarradas.
Sin decirnos palabras,
habló el placer, rompiendo el silencio
para justo después, volver a el.
No hacían falta palabras,
solo, escuchar el silencio.