Desvestida de tela,
tu blanca piel,
se acercaba a mi.
Ojos cálidos,
ojos pardos,
largas espigas de oro
reposando sobre los hombros.
Las manos abiertas
y las caderas llamando;
gritando ser acariciadas.
Voz tenue,
voz embriagadora,
dulces labios rojos
reclamando mi boca.
Vestida de deseo,
tu alma abierta,
busca a mi cuerpo.
Noche torrida,
noche salada,
sabanas arrebujadas
al fondo de la cama.
Mis pupilas dilatadas
descubren tu belleza,
memorizan cada rincón,
lloran de emoción
Dedos estremecidos,
dedos impacientes,
eternos viajes
enredando los muslos.
Ya sin ropa,
sin alma,
y los cuerpos entregados,
nos vestimos con besos,
con susurros,
y sensualidad acompasada.
tu blanca piel,
se acercaba a mi.
Ojos cálidos,
ojos pardos,
largas espigas de oro
reposando sobre los hombros.
Las manos abiertas
y las caderas llamando;
gritando ser acariciadas.
Voz tenue,
voz embriagadora,
dulces labios rojos
reclamando mi boca.
Vestida de deseo,
tu alma abierta,
busca a mi cuerpo.
Noche torrida,
noche salada,
sabanas arrebujadas
al fondo de la cama.
Mis pupilas dilatadas
descubren tu belleza,
memorizan cada rincón,
lloran de emoción
Dedos estremecidos,
dedos impacientes,
eternos viajes
enredando los muslos.
Ya sin ropa,
sin alma,
y los cuerpos entregados,
nos vestimos con besos,
con susurros,
y sensualidad acompasada.
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