En la
oscuridad de la noche
trato
de escribirte.
Dibujo
versos en mi mente
de
trazos finos, como mereces,
donde
trato de abrazarte,
donde
trato de besarte.
Donde
trato de escribir
cuanto
te amo.
Todo
eso a oscuras
al
amparo de las sombras,
liberado
de las miradas.
Por que
la hora es ciega
y yo
estoy cegado.
Por que
el silencio habla
y yo
soy mudo.
Por que
las dalias duermen
y yo
soy tierra.
Cegado
por el amor profesado
junto
los colores de tus ojos.
Mudo
por los besos pasados
susurro
tu nombre.
Muriendo
cada madrugada
queriendo
ser polvo, tu manto.
Por que
tu eres, hermosa Dalia.
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