Aparca tu búsqueda durante un tiempo
y quédate a ver el atardecer junto a mi.
Verás como los reflejos del sol al caer
te hacen dejar de querer partir.
Bebamos juntos una copa de vino
mientras disfrutamos del fugaz momento,
y cuando rojos colores crucen el mar
permíteme tu mano agarrar.
Vendrá la primera noche a buscarnos
siendo todavía temprano para el corazón,
pues todavía estarás descubriendo
cuanto amor hacia ti deseo dar.
Mañana, al terminar el desayuno
me prestaré a darte una flor de mi jardín,
que hace tiempo que cuido con mimo
para poder regalártela a ti.
Quizás podamos después pasear un rato
dejando que el agua del mar nos bañe,
mientras el calor de mayo dora la frente
y el primer beso dado te calme la sed.
Ya por la tarde prepararé tu descanso
cocinándote las fresas y el cacao,
para darte después el postre en tus labios
y abrazarte con cariño y pasión.
Verás entonces como pasa otra velada
y otra más querrás vivir aquí a mi lado.
Tendrás entonces otro anhelo,
deseando que juntos iniciemos el viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario