Perdóname

(borrador)

Perdóname por querer ser tu pañuelo

durante esas largas tardes de tormenta,

cuando solo el cobijo de mis brazos

puede aplacar el brotar de tus lágrimas.

En ese momento de debilidad servida

entre dolor, recuerdos y miedos venidos,

el tacto de este pecho abierto cual tela

te permite secar los ojos nublados y rojos.

Dispensa esta osadía mía al besarte

buscando las perfectas formas de tu frente,

intentando llegar al oscuro fondo de tu mal

para apagar ese fuego con mis ganas de amar.

Serena he de tener mi triste mente

mientras busco la mejores palabras para ti,

que consuelen los lamentos presentes

y consigan despejar de nubes el día.

Exime a mis manos de cualquier culpa

por querer apretarte fuerte hacia mi,

deseando ser las culpables de todos los males

y arrebatarlos de las entrañas de tu vida.

Cuando la noche ya nos acompañe

y las azules pupilas de nuevo a sonreír,

será la hora de otra larga y dulce tormenta,

pero esta, de dos cuerpos que se frotan.

(borrador)