sábado, 10 de mayo de 2014

Arraigando



Como un rojo geranio en primavera
apareciste un día rebosante de vida,
y jugando con mi entonces triste alma
conseguiste arraigarte en mi corazón.

Has estado presente en las noches húmedas
como en las largas horas de lágrimas,
compartiendo los placeres del pecado
y abrazando el desconsuelo llegado.

Hemos remado contra la corriente
y bañado en cálidas aguas azules,
sorteando las enfermedades oscuras
o dejando rozar el levante a nuestra piel.

Ahora seguimos si llenar la cama
ya que nuestros cuerpos duermen pegados,
dando el calor que necesitamos
y ofreciéndonos el placer de los labios.

Sigo imaginándote en tu ausencia
para tener siempre tus ojos aquí,
buscando el momento de querernos,
dando aire al eterno deseo que tengo de ti.

Mañana volverá a ser cualquier día
por que da igual cuando salga el sol,
pues la raíz de nuestro largo amor
sigue creciendo en mi interior.


1 comentario:

Popular Posts

Advertisement

Blogger news

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *