Lo siento.
Siento secarte
como fruta sin riego,
pero necesito beber
de ti
para dar sentido a mi
alma.
Tus palabras
son mi agua,
y tus ojos
mi luz.
Tu compañía
es perfecto abono,
para este corazón
necesitado.
Los besos, la lluvia
de primavera
y los abrazos, el
refugio de mi invierno.
Tu alegría
mi fruto,
y tus miedos
mi fuerza.
Mi seco corazón
crece a tu lado,
nutriéndose de ti
y llorando por no
perderte.
Más allá de ser tu
secante
quiero ser tu fuente,
Más allá de recibir
quiero ofrecerte.
Deseo ser tu árbol
para darte cobijo,
también tu sombra
para que llores en mi
regazo.
Hermoso
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminar