Me provocas con tu mirar,
y mis labios anhelan tu boca,
de suave y dulce deseo
que mi pecho desboca.
Sabes que lo haces cada día
cuando sencillamente me rozas,
erizando todo mi vello,
haciendo que te escriba otra oda.
Agitas mi apetito con un beso
de calido y húmedo sabor nuestro,
queriendo entonces comerte
mientras tu bebes mi vida.
Me dejo llevar por tu mundo
cuando las manos recorren mi espalda,
dándote yo toda mi palma
para que mi piel hagas vibrar.
Eres mi galaxia perfecta
siendo tu cuerpo su sol,
y los placeres que das
las estrellas que veo.
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