Duermes…
y aun así me haces feliz
ya que estás a mi lado
compartiendo esta cama.
Duermes…
y aun así me estremeces
mientras repaso cada beso
que hoy me has obsequiado.
Duermes…
y aun así me das calor
con tu mano sobre mi pecho
recargando mi corazón.
Duermes…
y mirarte es mi religión
protegiéndote del mundo,
durante las lunas y el sol.
Duermes…
y mientras mis venas
fabrican la tinta,
con la que mañana te escribiré.
Duermes…
y tus labios me siguen llamando
pero he de controlarme,
por que duermes.
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