No estoy seguro de como nació
pero si de cuanto me embriaga,
cada vez que nos acercamos
para regalarnos nuestros labios.
Fue una cándida semilla de mayo
que se incrustó en el tosco miocardio,
penetrando su raíz sin dolor alguno
asta alcanzar el fondo del corazón.
Endulzó las amargas venas
remontando lentamente hacia mi mente,
generando que con solo verte
conmovieras mis entrañas desveladas.
Solo se que vive y crece aquí dentro
donde tu mano siente mi pálpito,
jugando con mariposas azules
que ensanchan el pecho inspirado.
Produce que las noches sean cortas
y tu ausencia eternamente larga,
el calor de la piel abrazada, mi hogar
y tus lágrimas mi hondo apenar.
Expande mi cuerpo en tu cuerpo
regándonos de miel y sudor,
con el acompasado ruido al moverse
y entregándonos todo nuestro amor.
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