He rellenado la copa con más vino
buscando conscientemente terminar la botella,
pensando que estabas escondida en el fondo
entre las brumas y tormentas de la noche.
Solo he encontrado mi tristeza y soledad
acompañada de otro largo y negro túnel,
donde al fondo solo brillaba tenuemente
el mustio ruido del olvido.
Lentamente me he arrastrado a la cama
que un día cercano fue nuestra,
donde he dejado caer al castigado cuerpo
que guarda las cenizas del que fue un corazón.
Con la boca áspera he pronunciado tu nombre
como hacia cada día al acostarnos juntos,
entonces me correspondías con un abrazo
y ahora solo replica mi cabeza.
Al conciliar el amargo y volátil sueño
has vuelto a besarme como cada luna,
despertándome a cada momento
para buscarte tumbada en la sábana vacía.
Al no hallarte sobre nuestro lecho
ni en esta torturada mente enrarecida,
ríos de párvulos lamentos han venido
para inundar de sal y agua el momento.
Una madrugada más a añadir
al naufragio de esta alma en pena,
que oculta tras el cristal del oscuro caldo
se esconde del demonio de tu huida.
No te puedo culpar vida mía
de esta angustia que comparto conmigo,
cuando de tu olvido no me olvido
y mi vida se sigue ahogando en un vaso.
Que Bello !!!!
ResponderEliminarGracias!!
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