Responderé hoy a tus preguntas
cuando la tormenta cese de golpear,
el granizo ya no borre la aceras
y la noche nos descubra sus placeres.
Te diré eso que quieres saber
esperando que esperes lo que espero,
pues si no necesitaré una vida entera
para poder olvidar cuanto te deseo.
Recostando mi mano sobre tu palma
buscaré los nombres de los poetas,
que sutilmente consiguen describirte
rebosando mi corazón cuando te espera.
Dejaré que las diosas del amor eterno
de todas las regiones de este mundo,
se sienten junto a nuestro fuego
y compartan la luna con nosotros.
Entenderás lo necesario que te has vuelto
en el momento de versarte un beso,
cuando hago estrofas con mis caricias
o tu nombre me suena a canción.
Argumentaré por que cierro la puerta
al anochecer fuera en la oscura calle,
para evitar que otras almas puedan entrar
y nuestra hermosa dicha rasgar.
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