martes, 3 de junio de 2014

tierna...




Fue un breve eclipse a mi sueño
el ver tus ojos en la noche,
grandes y oscuros como el deseo,
 brillantes cual fugaz estrella.

Esos labios tersos y míos
me regalaron un tierno beso,
que acogí en mi abrumado corazón
para guardarlo con un lazo y algodón.

El negro y largo pelo tuyo
se mezcló entre nuestras manos,
cuando me apresuré a ceñir tu cintura
mientras tu mejilla buscaba la mía.

Esos segundos fueron suficientes
para sembrar el grano de nuestra fe,
dejándolo crecer asta ahora
en el verde jardín tu dulzura.

Encendí a la envidiosa luna
con el aliento de tus abrazos,
mezclado con la suavidad de la piel
que estos dedos te mimaban.

Cuando llegó el nuevo día
pensé que todo era un breve sueño,
pero la diosa Bastet había venido
y junto a mis huesos, reposaba tu cuerpo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Popular Posts

Advertisement

Blogger news

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *